jueves, 6 de enero de 2011

PRD necesita un liderazgo renovado, sólido e integrador

Por Dr. Ramón Ceballo 
A pesar de que  el Partido Revolucionario Dominicano es una de las principales fuerzas políticas dominicana, es tiempo de que se inicie todo un proceso que culmine con la celebración de una convención. 

Esta convención el partido debe aprovecharla y convertirla en un proceso de relanzamiento político electoral. 

El PRD, ha predicado siempre la democracia, y  en un sistema democrático maduro, como el que existe en Republica Dominicana, esta convención tiene que ser capaz de generar nuevos dirigentes, donde podamos exhibir una expresión clara de un liderazgo renovado, sólido y básicamente integrador, el cual tenga una visión mucho mas clara del papel que un partido político está llamado a jugar, no solo, como oposición, sino también como partido de gobierno.

En este momento como en recientes procesos han surgido falsos debates que tan sólo han aportado exclusiones y renuncias; tenemos dirigentes con un discurso arrojadizo que más parece que pretenden distanciar al partido de llegar al poder que invitar a otros a la participación e integración.

Es cierto que el proceso que  estamos viviendo parece ser muy rico y sobre todo en un partido como el PRD caracterizado, en la teoría, por ser de un amplio sentido democrático, pero bien es necesario y mas que todo obligatorio hacer lo que  debemos hacer para el relanzamiento del partido, pero después de establecido los parámetros que definan el relanzamiento debemos dar muestras claras de que  estamos unidos, y para eso debemos mantener puentes de comunicaciones entre todos los perredeístas.

Una parte significativa de la población dominicana, está esperando una convención en el PRD. Este proceso normal de convención, es fundamentalmente necesario , en el entendido de que realmente debe ser convertido en la alternativa que tienda a potencializar al Partido Revolucionario Dominicano.

Estoy seguro que la generación que surgió y creció a la sombra del liderazgo del Dr. Peña Gómez "está más que nunca preparada para asumir el relevo, ya que todos sabemos que tienen suficiente experiencia y talento. Quizás lo único que siempre le ha hecho falta a esta generación de dirigentes es la determinación de tomar las decisiones".  

No valen ahora los desafíos internos ni las actitudes excluyentes", como han sido muchas de las acciones que  los sectores que dirigen se han caracterizado en llevar a cabo en los últimos tiempos.

La gente ya no quiere bravucones. La gente ya no quiere demagogia. La gente ya no quiere mentiras. La gente considera que es una necesidad acabar con las pugnas internas; desaparecer del PRD el odio y el rencor entre sus militantes y simpatizantes; cambiar la imagen al interior y al exterior del partido es una necesidad perentoria.

Los tiempos modernos demandan dirigentes con proyectos, conciliadores, congruentes, concertadores, luchadores, pero al mismo tiempo respetuosos de la nueva vida política en la que vivimos. Esto no es un capricho, es una necesidad ser francos, sinceros, sencillos, para poder construir un nuevo concepto de dirigentes con valores, con decisiones, pero sobre todo dirigentes que no le teman a la evolución.   

El PRD, como un partido democrático en este siglo 21 debe orientar sus acciones a impulsar un proceso partidario democrático, en el cual exista la obligación de propiciar  convenciones que contribuyan a generar la confianza suficiente para crear la ambición de pelear y ganar cada uno de los próximos procesos electorales que se producirán en la Nación. 

Pero realmente para poder impulsar el relanzamiento del PRD y conquistar los espacios de poder hace falta un proyecto con un equipo de dirigentes que funcionen como un cuerpo real, que mantenga un liderazgo renovado, sólido e integrador.

Ese nuevo liderazgo, necesita proyectar una imagen integradora que apuesta a la confianza positiva, hacia su formación, en la que los dominicanos vean posibilidades de mejora, y básicamente vean unidad con un fuerte equipo de dirigentes que hable de las cosas que verdaderamente les importan a los dominicanos".

El nuevo liderazgo que demanda el actual momento histórico que vive el PRD, debe probar no solo a los perredeístas, sino mas bien al pueblo dominicano que puede propiciar y hacer los cambios que demanda la Nación; deben demostrar  que realmente les importan los graves problemas que hoy afectan al pueblo dominicano   

Esta nueva etapa política, que vive el PRD, demanda dejar a un lado los rodeos e ir de frente en la búsqueda de una real renovación que facilite el relanzamiento del partido, utilizando una visión integral que termine con las exclusiones, que institucionalice los organismos, con participación de la gente, donde se muestre equidad, transparencia, eficacia y respeto por la dignidad de nuestros dirigentes y sobre todo por nuestro pueblo, donde predomine la disciplina, y la unidad,  lo cual facilitará convertir al partido en una verdadera opción de poder. 

De acuerdo como se observan los acontecimientos en el seno del PRD, el debate en la próxima convención debe ser tanto de carácter ideológico, así como estratégico, pues el partido no puede seguir siendo una masa amorfa.
Hoy no podemos seguir viviendo de las acciones del pasado, ya que a diferencia de lo que ocurrió a partir de 1994, cuando Peña Gómez "fue capaz de ofrecer un proyecto político atractivo e integrador", pocas han sido las incorporaciones, y demasiados los abandonos que hemos tenido en el PRD en los últimos tiempos.

"A diferencia de entonces, también han sido insuficientes los progresos electorales alcanzados y bastante significativos algunos retrocesos", ambas circunstancias deben formar parte de cualquier análisis serio.