Por Ramón Ceballo
El progresivo deterioro económico que degrada el nivel de vida, y acentúa el desempleo, multiplicando la pobreza que afecta a la mayoría de los dominicanos, oscurecen el porvenir inmediato de la nación.
El marcado grado de inseguridad por el que atraviesa la República Dominicana está sembrando incertidumbres generadoras de desconfianza y desesperanza que a su vez repercuten en mayor degradación económica de nuestro país.
Esta terrible situación exige del presidente Dr. Leonel Fernández que asuma con responsabilidad sus funciones y deje a un lado su sectarismo; lo cual permitirá facilidad para buscar y unificar voluntades que contribuyan a un mayor grado de participación para obtener soluciones.
Marchando por el sendero que ha tomado el señor Presidente, terminará en la misma situación en que han caído los que han dirigido mal en los últimos 20 años nuestro país, preso y desacreditado.
