Por Ramón Ceballo
Las protestas y reclamos que se incuban y se desarrollan en forma poco coordinada entre sí desde el seno de la población, en demanda de mejoras en las condiciones de vida, oportunidades de trabajo, servicios sociales y reactivación de las actividades económicas, comerciales y de mercado en general, comienzan a preocupar a los dirigentes pele deístas.
Esto acontece a pesar del silencio que montan los sectores gobernantes a través de un bien organizado mecanismo de propaganda.
Esta situación esta conduciendo que la población adquiera una clara conciencia de la naturaleza de la campaña publicitaria del gobierno morado.
En casi todas las provincias, municipios y comunidades de todo el país, bulle la inquietud y el descontento de la población, que de entrada en este gobierno ha recibido, una oleada de alzas de todos los precios de los artículos comestibles, de servicios y medicinas.
La situación de dificultad económica se habrá de agudizar y caerá como una oleada de miseria devastadora sobre las gentes, que ya no encuentran qué hacer para poder seguir soportando esta calamitosa ola de empobrecimiento e inseguridad, la cual cada día manifiesta a través de sufrimientos que se incrementan en forma despiadada.
Esta situación resulta contradictoria, con el hecho de que el gobierno pele deísta continúa no sólo derrochando, sino pagando lujosos y exagerados sueldos astronómicos a sus funcionarios, que, como se recordará, fue una de las primeras abusivas y desacertadas medidas a que recurrió, con su espíritu derrochador y fomentador tanto de la corrupción como de la pobreza del pueblo, el Presidente Leonel Fernández.
Obviamente que ni Leonel Antonio Fernández Reyna ni Danilo Medina y mucho menos la dirección del PLD, ante la presente crisis han replanteado ponerle coto al derroche y al despilfarro, que mantiene el gobierno con sus gastos públicos en empleomanía superflua o botellas. No sólo han hecho caso omiso, sino que han continuado en sus derroches habituales y aumentando los sueldos de sus funcionarios públicos y sus partidas en publicidad.
Danilo Medina se jactó públicamente, declarando que de qué austeridad hablaban y demandaban la oposición, si el gobierno de él y de Leonel Antonio Fernández Reyna siempre había sido un gobierno de austeridad.
Nadie pone en dudas que las presiones hacia el gobierno y sobre todo hacia el Partido de la Liberación Dominicana, han contribuido a precipitar la definición de una nueva estrategia que mantenga a la población ilusa con cierta expectativa.
Así, no se puede ocultar que el PLD, ha planificado un enfrentamiento que ha sido compuesto o cocinado al gusto, deseos o intereses de la dirección política de ese partido. Una estrategia implementada en común acuerdo
Así, podemos observar, que los enfrentamientos en ese partido no son más que una estrategia implementada en común acuerdo, una determinación en común de los intereses, sobre todo económico-financieros, de los grupos, tanto de las bandas mafiosas de las cúpulas dirigenciales, como de los círculos de presión que hay alrededor del gobierno del Partido de la Liberación Dominicana.
Danilo Medina ha sido una ficha clave en el tablero de Leonel Fernandez para facilitar y viabilizar el control de ese partido y ponerlo al servicio de los núcleos de poder que buscan garantizar las llamadas reformas estructurales que han hecho posible la implementación del neoliberalismo en Republica Dominicana.
Los pele deístas, ni siquiera guardan las apariencias de “esta lucha”, las cuales en los momentos presentes evidencian claramente un aceleramiento creciente en la ruta de su propia bancarrota ideológica y política la cual se inicio en el año 1986, a raíz de la crisis político electoral.