jueves, 6 de enero de 2011

Las giras presidenciales por América Latina

Por Ramón Ceballo
George W. Bush en su gira por Latinoamérica, se dedicó a recordar que Washington no se ha olvidado de sus vecinos del sur del continente. Ante esas falsas promesas lo único que realmente encontró el mandatario estadounidense fue multitudinarias marchas de repudio y extraordinarios dispositivos de seguridad.

Después de un complete olvido, el presidente Bush, ya en la postrimería de su presidencia se dedicó a hacer hincapié en la importancia de la región, visión ésta que nunca había tenido.

Como una contra propuesta a la posición desesperada del Presidente Bush, el presidente venezolano Hugo Chávez inició simultáneamente lo que muchos han llamado una contra gira por varios países latinoamericanos, como una manifestación evidente de una pugna personal que está llevando al continente hacia una fuerte polarización. 

En su recorrido por América latina, el presidente Chávez solo se dedicó a manifestar lo que siempre ha hecho, acusar a Bush de ser “un verdadero cadáver político”, y que “ahora anda tratando de coger aire por aquí (en Latinoamérica) a punta de engaños, falsas promesas y manipulaciones”, pero su gira, no trajo nada nuevo, ni mucho menos beneficios para los países que  visitó. 

Chávez visitaría originalmente  Argentina, Bolivia y Nicaragua, pero luego sumó Jamaica y Haití, países en donde firmaría acuerdos de "colaboración".

Mientras que el presidente Bush, en Brasil, el mandatario alcanzó un acuerdo estratégico con su homólogo Luiz Inácio Lula da Silva para desarrollar un mercado mundial de etanol después de considerar que la energía es cuestión de seguridad.

La siguiente escala fue Montevideo, de dónde salió sin respuestas claras a los planteamientos uruguayos en temas comerciales claves. 

En Colombia, Bush y el presidente Álvaro Uribe —undécima reunión entre ambos— se comprometieron a impulsar en los congresos de sus respectivos países la aprobación de un Tratado de Libre Comercio que ya fue firmado por ambos, a finales del año pasado.

Pero más allá de cualquier acuerdo, para analistas locales, la visita de Bush tuvo como propósito principal dar un espaldarazo a Uribe en momentos en que varios escándalos relacionados con los vínculos entre políticos uribistas y narcoparamilitares sacuden a esta nación. 

Guatemala, donde abordaría con el presidente Óscar Berger asuntos de interés común como la migración, sus estrategas se olvidaron que durante esa semana, el servicio de inmigración lanzó una de las ofensivas antiemigrantes más amplias en los Estados Unidos.

En su gira por Latinoamérica, el presidente Bush no fue capaz de presentar propuesta clara, a una de las mayores exigencias de los latinoamericanos, que es definir una ley inmigratoria, la cual logre establecer una vía para conseguir la legalización de 12 millones de trabajadores indocumentados, la mayor parte de ellos latinoamericanos. 

En definitiva estas giras de ambos presidentes a nuestra América latina fue el escenario solo para frases hirientes y falsas promesas de aquellos que pretenden continuar manipulando la miseria de nuestros pueblos.