jueves, 6 de enero de 2011

Milagros es Mejor

Por Ramón Ceballo
Milagros Ortiz Bosch ha evidenciado ser una gerente moderna, lo que le ha gerenciado un liderazgo político, en el cual el pueblo dominicano tiene un profundo respeto. Presenta toda una trayectoria de luchas y servicios en favor de la sociedad, que se inician con sus esfuerzos por la libertad y la democracia y se afirman con su destacada participación en el proceso de reforma y modernización que ha experimentado el Estado dominicano en los últimos años.

La sociedad dominicana reconoce en Milagros el hecho de haber sido protagonista en iniciativas legislativas tan importantes como la Ley General de Educación; Reforma a la Ley Contra la Violencia Intrafamiliar; la ley de independencia presupuestaria del Poder Judicial, entre otras. Además ha tenido sobresaliente participación en la concertación de leyes fundamentales para modernizar y actualizar la legislación dominicana en función de la globalización o mundialización de la economía. 

Milagros Ortiz Bosch es en este momento quien mejor representa los valores y principios históricos del perredeísmo, pues en sus funciones de líder política, legisladora y funcionaria gubernamental, ha demostrado una trayectoria de honestidad y transparencia que le ha merecido el respeto y la admiración de la mayoría de la sociedad dominicana, que desde 1996 le percibe condiciones para ejercer la dirección del Estado Dominicano.

Durante la mayor parte de su vida ha planteado claramente la necesidad de buscar y construir la unidad del Partido Revolucionario Dominicana para conquistar el poder y desde el mismo producir las esperadas transformaciones sociales que el pueblo ha esperado pacientemente.

Ha tenido el valor suficiente para comunicar que el partido debe pedir perdón por sus desaciertos, pues solo así se superarán las dificultades y solo haciendo un compromiso podrá reconstruir la unidad interna necesaria para brindar confianza y esperanza, a una sociedad política que repite consignas del pasado. 

Está muy consciente que existe una gran necesidad de construir la consigna del siglo XXI, la de la modernidad, la de la democracia compartida, la que garantice muchos períodos de gobierno del Partido Revolucionario Dominicano, el cual siente postergada su institucionalidad a causa de los grupos que coordinan por encima de su estructura. Considera que sobre los que piensan en el futuro está la responsabilidad de unir el partido en una carrera vencedora.

Ella ha sido clara en sus planteamientos dirigidos a implementar en las organizaciones políticas una revalorización de las mismas para seguir impulsando el cambio político que demandan nuestros pueblos. Convencida de esto expone que para cumplir esa misión, los partidos están obligados a fortalecer su democracia interna, sin exclusiones en las tomas de decisiones, sin elitismo donde se ofrecen las oportunidades para las prebendas imponiendo de esta forma las transacciones políticas, en lugar de las capacidades para crear consenso y lograr concertación.

Mantiene un mensaje claro con relación a que la tradición perredeista demanda mantener la unidad sin aceptar las imposiciones o apabullamiento de los que ejercen "presiones" como único recurso de convencimiento; la unidad sin sustituir los organismos de base del partido; mantener la unidad, sin aceptar ofensas, donde predominen reglas claras para todos, que son las de los estatutos y tradición política adquiridas en más de medio siglo de lucha por la democracia. 

Ella esta convencida que para lograr mantener la unidad hay que dejar el método del pasado, caracterizado por golpear a los compañeros que discrepan de las decisiones de cuartos fríos. Ha sido una fiel exponente de que no deben gobernar copiando el pasado, sino gobernar para el futuro, para el mundo que nos viene arriba, y gobernar para el futuro, es dando espacio a la participación, pues solo así contribuyen a fortalecer la democracia interna, la unidad y el funcionamiento institucional.

Milagros ha sido clara al establecer que el Partido Revolucionario Dominicano está hoy en dificultades, y ha sostenido que, esas dificultades son fruto de la falta de vinculación de las estructuras partidarias con el sentir de la comunidad, por la poca utilización de su capacidad movilizadora y por no haber establecido, una verdadera gestión gubernamental compartida entre el partido, y la sociedad civil.

Ella ha demostrado condiciones para la concertación, la lucha por la unidad y sobre todo dispuesta a retornar al poder en el 2008 sobre la base de lograr la unidad. Milagros Ortiz Bosch ha lanzado sus aspiraciones a dirigir los destino de nuestra martirizada República Dominicana ofreciendo gobernar con el futuro, la democracia, la transparencia, la eficiencia, la gerencia de los recursos del Estado, la igualdad entre hombres y mujeres, el respeto al partido y la búsqueda de soluciones para los problemas de la Nación.

En su acto de lanzamiento reconoce que es una mujer que ha vivido en dificultades. Aunque nació en la dictadura desde muy joven aprendió a luchar para vivir en libertad. Ha estado en batallas políticas sin faltarle a los principios, a la moral, a la ética y a la democracia.

En Milagros, sus contrarios y amigos reconocen sus aportes para el ascenso de la mujer dominicana en los puestos de dirección, en la esfera oficial y en la actividad privada.