Por Ramón Ceballo
Partiendo de los resultados obtenidos en el pasado proceso electoral celebrado en nuestro Pais el PRD ha quedado demostrado, con el resultado del 40% de la votación que obtuvo, que realmente es la fuerza política opositora más importante de la Republica Dominicana.
Estos resultados han abierto las aspiraciones de muchos amigos del partido y otros que se consideran dirigentes para estar hablando de la necesidad de formar una mayoría alrededor de un supuesto dueño de ese gran partido, el cual en un momento determinado jugo un papel importante.
Estoy completamente de acuerdo con la necesidad de construir una mayoría, ya que esta es una necesidad aglutinarla pero con otra visión completamente diferente a quienes están planteándola en los medios de comunicación.
El gran reto que tienen por delante los dirigentes de ese gran partido político es demostrar que hay no solo voluntad sino capacidad para poder articular una real mayoría electoral en el país, que en definitiva es lo que mas interesa.
Hay muchos elementos que serán fundamentales y de los cuales dependerá que el prd logre el cometido que tienen una buena parte de los dominicanos, no solo que viven en el país , sino también de aquellos que viviendo fuera de sus pequeñas fronteras, todavía seguimos pensando y actuando como si viviéramos en Republica Dominicana.
En gran medida una de las razones fundamentales para que el PRD logre convertirse en una mayoría electoral es demostrar no solo que tienen capacidad aglutinadora, sino que en la aplicación de sus diferentes planes y programas haya una verdadera interpretación de los problemas dominicanos.
La decisión de los dirigentes debe de ser la interpretación no solo de los intereses de la mayoría de los que militan en el Partido Revolucionario Dominicano, sino más bien de todo el pueblo dominicano.
La segunda razón es demostrar madurez política buscando con efectividad no solo la identificación sino más bien encontrar un liderazgo conciliador, el cual pueda demostrar que tiene capacidad de mantener unida la familia perredeísta; porque hay dirigentes que creen que este partido lo pueden manejar por sus habilidades, las maniobras de otros y no con el consentimiento de sus dirigentes y de su militancia.
La tercera razón es definir una política que le de seguimiento a los funcionarios electos que ganaron sus elecciones en las diferentes comunidades, porque en la práctica hasta ahora lo que hemos visto es que la actual dirección ha abandonado a los síndicos a su suerte.
Hay una necesidad de construir una agenda vinculada a las demandas ciudadanas, y para eso sus bloques parlamentarios no pueden continuar legislando sin dirección política y en muchos casos para provecho personal.
En el PRD hace falta construir una real mayoría, la cual demuestre que nuestros dirigentes son coherentes y no están dispuestos a faltar a su palabra, pues en un mundo globalizado como el que hoy vivimos no hay espacios para dirigentes que se pasan todo el tiempo diciendo una cosa, y al final cuando llega la oportunidad de llevar a cabo las ofertas prometidas hacen otra muy diferente con la que se comprometieron.
Esta real mayoría solo es posible construirla en base a democratizar el partido y contribuir que sus fuerzas se unan en torno a objetivos políticos colectivos, no individuales como hasta ahora ha sucedido.
Es hora de abrir las puertas de la pluralidad, la cual da voz a los militantes y simpatizantes que nunca la han tenido, pues solo de esa forma el PRD podrá jugar un papel de oposición seria, constructiva, y responsable, pero sin vacilaciones.
En la oposición dominicana, y el PRD como principal partido de oposición, hace falta una nueva mayoría con liderazgo, con fuerza moral que genere confianza en la población. Pues el pueblo dominicano necesita creer en alguien. Necesita nuevos líderes; porque la gente, sobre todo en los países latinoamericanos y Republica Dominicana no es una excepción, con sobrada razón, ha perdido la fe en los partidos políticos y sobre todo en sus líderes tradicionales.