Por Ramón Ceballo
Al gobierno peledeísta le fracasó el negocio del Metro pero ahora tiene el de los aviones, jet de paseos y la isla.
La información de que el gobierno de Leonel Fernández se apresta a comprar aviones de guerra, así como un jet de viajes personales para uso del Presidente en su ir y venir por el mundo de la gran vida, además de la construcción de una isla artificial, ha resultado chocante e irritante para la población y la opinión general de la nación.
En los actuales momentos de tragedia económica y social por la que atraviesa el país, con un incapaz gobierno que no ha resuelto un solo problema de los que directamente vienen aplastando a la población en forma cada vez más intensa y despiadada, ahora pretende confundir a través del tráfico de ilusiones.
Desde que este Presidente, con el mismo equipo de gestión responsable de imponer la privatización de los servicios básicos, el regaló a precio de vaca muerta de las empresas del patrimonio nacional, la privatización de la educación, la salud pública y la atención hospitalaria, entregándole la vida nacional a la voracidad insaciable de los consorcios monopolistas, las cosas van de mal en peor.
Somos de los que estamos total y absolutamente convencidos de que a Leonel Fernández lo único que le preocupa y le quita el sueño es el uso del Poder del Estado para proseguir el meteórico enriquecimiento personal de sus compañeros compañeros tanto de partido como de aventuras.
Pero andando el tiempo no hay que sorprenderse si el ensayo titulado "Leonel Fernández y yo -Memorias inéditas-" de Julio César Valdez, se convierte en un texto de obligada lectura para conocer la dinámica interna de la psicología y formas de ver las cosas Leonel Fernández Reyna.
En medio de la presente situación, donde es un grito a voces el desencanto y el desengaño contra el actual gobierno y contra el mismo Leonel Fernández, que luce cada vez más inepto, hasta el punto de que parece como si en verdad estuviese en todo menos en lo que concierne al ejercicio efectivo de la labor de gobernar y buscar la solución a los problemas de desempleo, de recesión económica, de inoperancia del sector salud.
A medida que el tiempo pasa el gobierno del PLD, se muestra más incapaz para resolver la demanda de atención médica y hospitalaria por parte de la población, agudizándose el problema de los apagones, del agua, del costo de los artículos de primera necesidad, del descuido de la educación pública, etc., etc.
Lo único apreciable en las autoridades de este gobierno es cada día un mayor desbordamiento de la pobreza y la miseria del pueblo dominicano. Con una situación como la antes descrita no es posible que un gobierno serio se atreva a anunciar su intención de adquirir aviones de guerra y un jet de lujo para el presidente Leonel Fernández en Brasil.
La gente se apresta a pensar, con toda lógica, que el asunto es que Leonel Fernández y sus amigos mas cercanos se van a ganar ahí los millones de dólares que no le permitieron ganarse, junto con Diandino Peña y su comparsa, con la construcción del descabellado Metro, que todo el mundo ha entendido como un medio para que los amigos del Ejecutivo engrosen su patrimonio personal.
Es por ello que al ventilar este asunto de los aviones de guerra que se anuncia se apresta el gobierno a comprar, sin saber con quién va a guerrear este país, además de un jet de lujo para viajes del Presidente, lo que sí se explica por el gusto de éste por andar viajando y dándose la gran vida, acompañado de la ilusión de tener una isla artificial, a nadie le cabe la menor duda, nos surge el pálpito de que la desmedida ambición hasta más allá de todo límite, sin importar escrúpulos ni pruritos y sin miramientos de ningún tipo.
Los encargados de estudiar el comportamiento humano le atribuyen al actual Presidente, un núcleo obsesivo el cual mueve y determina su comportamiento. Muy pronto los dominicanos llegaremos a admitir que, ciertamente, ese y no otro es Leonel Fernández el nuevo líder del PLD y presidente de los dominicanos.