Por Dr. Ramón Ceballo
La salud emocional y los cambios hormonales están
estrechamente relacionados, especialmente en dos etapas críticas de la vida: la
menopausia en la mujer y la andropausia en el hombre. Ambas transiciones marcan
un quiebre en el equilibrio biológico y psicológico, en el que la disminución
de hormonas sexuales no solo impacta la salud física, sino también el bienestar
psicológico.
Lo cierto es que encontramos una alta vulnerabilidad femenina durante el periodo de la menopausia. La menopausia, definida como el cese permanente de la menstruación, se asocia a una reducción significativa de estrógenos y progesterona. Estas hormonas regulan neurotransmisores como la serotonina y la dopamina, fundamentales para el estado de ánimo. Por ello, no es casual que la salud emocional sea más frágil en este período.
·
La Organización Mundial de la Salud (OMS)
estima que entre el 20% y el 30% de las mujeres en menopausia presentan
síntomas depresivos clínicamente relevantes.
·
Estudios europeos (Cagnacci & Venier, 2019)
indican que hasta el 45% reportan episodios de ansiedad recurrente durante la
transición menopáusica.
A los cambios hormonales se suman factores
desencadenantes como sofocos, sudoración nocturna y alteraciones del sueño, que
contribuyen a la irritabilidad, la ansiedad y los cuadros depresivos.
La andropausia por un asunto cultural ha sido un trastorno poco
visibilizado. La andropausia, también conocida como síndrome de déficit de
testosterona, comienza de manera progresiva a partir de los 40–50 años. Aunque
menos reconocida, sus repercusiones emocionales son igualmente significativas.
·
Investigaciones de la Mayo Clinic (2020)
muestran que alrededor del 25% de los hombres mayores de 50 años desarrollan
síntomas depresivos vinculados a la caída de testosterona.
·
Un estudio publicado en The Journal of
Clinical Endocrinology & Metabolism halló que los hombres con
niveles bajos de testosterona tienen casi el doble de riesgo de sufrir
depresión clínica en comparación con aquellos con valores normales.
Los principales síntomas incluyen fatiga persistente,
disminución de la masa muscular, pérdida de deseo sexual y la sensación
subjetiva de envejecimiento, todos ellos factores que pueden detonar ansiedad o
depresión.
Hay factores adicionales que aumentan la carga
emocional, pues más allá de la biología, existen otros elementos que refuerzan
la vulnerabilidad en estas etapas:
·
Trastornos del sueño,
ya sea por sofocos en la mujer o apnea en el hombre.
·
Cambios sociales y vitales,
como la jubilación, la aparición de enfermedades crónicas o el llamado nido
vacío, entendido como el sentimiento de tristeza y soledad que
surge cuando los hijos se independizan.
·
Estigmas culturales,
que dificultan la búsqueda de ayuda al considerar estos síntomas como algo
“normal de la edad”.
Lo cierto es que es necesario establecer una estrategias
que integralmente aborde el problema, en ese sentido los especialistas
recomiendan intervenciones que combinen distintas dimensiones:
·
Atención médica,
incluyendo la posible terapia de reemplazo hormonal bajo estricta supervisión.
·
Psicoterapia cognitivo-conductual,
eficaz para el manejo de la ansiedad y de los pensamientos rumiantes,
entendidos como ideas repetitivas, generalmente negativas, que la persona no
consigue detener.
·
Estilos de vida saludables,
con ejercicio regular, dieta balanceada y reducción del consumo de alcohol y
tabaco.
Debemos ver que la ansiedad y la depresión en la menopausia y la
andropausia no deben interpretarse como simples consecuencias de la edad, sino
como condiciones con una base biológica y psicosocial que requieren atención oportuna.
Reconocerlas, diagnosticarlas y tratarlas de manera integral es esencial para
garantizar una mejor calidad de vida en la madurez.
Bibliografía
- Organización Mundial de la
Salud (OMS). Depression
and Other Common Mental Disorders: Global Health Estimates. Geneva: WHO, 2017.
- Cagnacci, A., & Venier, M.
(2019). The Controversial History of Hormone Replacement Therapy.
Medicina, 55(9), 602.
- Mayo Clinic. (2020). Male
hypogonadism (andropause): Symptoms and causes.
- Shores, M. M., et al. (2004). Testosterone
treatment and depressive symptoms in older men. The Journal of Clinical
Endocrinology & Metabolism, 89(2), 546–552.
