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jueves, 13 de noviembre de 2025

Diagnóstico de la Salud Mental en la República Dominicana

La salud mental en la República Dominicana enfrenta una crisis profunda y estructural que afecta a amplios sectores de la población. Según estimaciones recientes, cerca del 20 % de los dominicanos padece algún trastorno de salud mental, con 27,8 % mostrando síntomas depresivos, 21 % con ansiedad significativa, y 14 % presentando estrés postraumático.

 

Estas cifras reflejan una tendencia al aumento, evidenciando que los problemas de bienestar emocional no son anecdóticos sino sistémicos.

Los casos de suicidio son alarmantes: en 2024 se registraron 651 suicidios, con un promedio mensual de 54, y más de la mitad asociados a trastornos mentales. La violencia extrema, incluyendo feminicidios, filicidios e infanticidios, ha dejado más de 1.300 mujeres asesinadas en los últimos 15 años. Además, se estiman 25-30 filicidios anuales y 50-60 casos de infanticidios, muchos vinculados a patologías mentales no diagnosticadas ni tratadas

Otro factor de riesgo crítico es la alta incidencia de accidentes de tránsito, uno de los principales causantes de muerte, que a menudo genera trastorno de estrés postraumático entre víctimas y familiares.

La adolescencia y la niñez tampoco están exentas: el país enfrenta un incremento de embarazos en adolescentes, un fenómeno que se combina con filicidios, infanticidios y la exposición a violencia doméstica, amplificando la vulnerabilidad psicológica de los jóvenes.

La deserción escolar se sitúa en torno al 12-15 % en secundaria, agravada por factores de salud mental como depresión, ansiedad y trauma, lo que limita las oportunidades educativas y contribuye a la perpetuación de la inequidad.

El sistema de salud presenta déficits estructurales graves. La Ley 12‑06 de salud mental apenas se aplica por falta de recursos, y de los 210 psiquiatras existentes, solo una mínima parte se desempeña en el sistema público, insuficiente para atender a más de 11 millones de habitantes.

Asimismo, el sistema de seguridad social no cubre atención ni medicamentos en salud mental, dejando desprotegidos a quienes más requieren tratamiento. Muchos pacientes deambulando por las calles evidencian la incapacidad del Estado para ofrecer contención, seguimiento y rehabilitación.

El ausentismo laboral asociado a trastornos de ansiedad, depresión y estrés postraumático afecta a aproximadamente 8-10 % de los trabajadores formales, impactando directamente en la productividad, la competitividad empresarial y el desarrollo económico nacional. El rendimiento de las empresas se ve afectado por ausencias, retrasos, errores y disminución de la capacidad de innovación, lo que perpetúa un círculo de pérdida económica y social.

En conclusión, la República Dominicana requiere con urgencia un Pacto Nacional por la Salud Mental, que integre al Estado, sociedad civil, academia y sector privado, para garantizar prevención, atención, rehabilitación y protección de los derechos fundamentales de las personas con trastornos mentales.