sábado, 10 de mayo de 2025

Peña Gómez, a los 27 años de su muerte

 


Por Doctor Ramon Ceballo

José Francisco Peña Gómez, fué uno de los primeros en presentarse frente a los comisionados del PRD, que llegaron a la República Dominicana, en julio del año 1961.

A partir de ese momento el nombre de José Francisco marcharía unido a las siglas de su Partido Revolucionario Dominicano, al cual abrazó con tesón y amor, asumiendo las labores básicamente de propaganda de la organización en esa época.

Desde un principio el profesor Juan Bosch no solo fué su líder, sino también su guía y mentor por tal razón uno de los que más contribuyó en la formación política del jóven dirigente José Francisco Peña Gómez.

Es bueno tener presente que,  lo que más ayudó al desarrollo como líder del Dr. Peña Gómez fué el golpe de estado que se realizó contra el presidente Juan Bosch en el año 1963, el cual descabezó la naciente democracia dominicana.

El mismo día del golpe de Estado, José Francisco, lanzó junto a Rafa Gamundy un mensaje al pueblo a través de un volante, en el cual le informaba de la necesidad que había que el pueblo se preparara para enfrentar el golpe de estado que cercenó la naciente democracia.

Ese golpe de Estado descabezó la dirección del PRD debido a que sus líderes fueron deportados unos y perseguidos otros.

Esta nueva situación política fué la gran oportunidad para que el jóven dirigente, José Francisco, descollara como líder de la resistencia política al nuevo gobierno de fácto  instalado, además le obligó a reorganizar y dirigir al PRD.

Peña Gómez, como arquitecto de la resistencia dirigió sus esfuerzos a penetrar las fuerzas armadas y buscar en ella seguidores para enfrentar a los golpistas septembrinos.

Desde el programa Tribuna Democrática, el cual prácticamente era un toque de queda debido a que se escuchaba en todo el país, a través del mismo dirigía una agitación permanente contra las políticas y acciones del régimen de facto.

A raíz de la invasión norteamericana y las negociaciones llevadas a cabo para salir de las fuerzas invasoras, el Dr. Peña Gómez estuvo en la comisión  negociadora. Le correspondió a Peña, la misión de proponer la paz, que terminó con el conflicto armado y la salida de las fuerzas interventoras en el año 1965.

La represión lanzada por el gobierno de Balaguer, el cual asumió la presidencia de la Republica,  eliminó todos los acuerdos que se habían establecido. Esta situación trajo como resultado que tanto el PRD como las fuerzas democráticas pasaran  a la defensiva como resultado de la brutal represión que inició el gobierno de Balaguer contra los constitucionalistas.

Es fundamental tener en cuenta que quien encarnó el liderazgo opositor durante ese terrible periodo de represión y violación de los derechos humanos fué el Dr. José Francisco Peña Gómez.

Las décadas del 60 y 70 fueron años de denuncias de la violación a los derechos humanos, y Peña Gómez estuvo siempre al frente de la oposición, jugándose la vida a diario.

Sin embargo para impedir que Peña Gómez no denunciara la criminalidad de ese período, el gobierno balaguerísta tuvo que impedirle incluso que hablara por la radio y la televisión y se publicaran en los medios escritos informaciones acerca del líder de la oposición.

Peña Gómez, durante los 12 años de la semidictadura ilustrada que dirigía Balaguer, vivió en permanente desasosiego, como resultado de la persecución constante del régimen semidictatorial dirigido por el doctor Joaquín Balaguer.

Es importante reconocer que durante el periodo de mayor represión el cual dirigió el grupo paramilitar conocido como “Banda Colora” encargada de dirigir la política represiva de ese periodo de gobierno balaguerísta, al Dr. Peña Gómez nunca le temblaron las piernas para denunciar sus asesinatos.

Para enfrentar esa terrible situación decidió trasladarse a la ciudad de Washington, en Estados Unidos, donde organizó una marcha histórica en la cual participaron cientos de personas quienes le acompañaron  portando cruces blancas, con los nombres de los asesinados por las bandas criminales del gobierno de Balaguer.

El doctor Peña Gómez, mientras llevaba a cabo las campañas internacionales de denuncias contra la represión, a la vez como arquitecto de la estrategia dirigida a enfrentar la situación política del momento en la Republica Dominicana, después de la muerte de Francisco Alberto Caamaño, trazó la línea a seguir, la cual fué orientada a desplazar a Balaguer a través de las elecciones que se celebraron en el año 1978.

Como arquitecto de esa estrategia, orientó a la dirección  de su partido en el año 1976 durante la 8va Convención del PRD en la que se decidió afiliar el partido a la Internacional Socialista y buscar ampliar las relaciones políticas con los liberales de Washington y los gobiernos democráticos del Mundo.

El triunfo político del PRD en las elecciones del año 1978  cambió la vida política del doctor Peña Gómez, la misma dió un giro, pues a partir de ahí no tuvo que continuar en la clandestinidad porque ya no era víctima de la represión política, aunque claro nunca desapareció la campaña de discriminación racial, y las acusaciones de radical político impulsada por sectores tanto dentro como fuera del PRD.

El liderazgo del Dr. Peña Gómez, no obstante ser un hombre calumniado y discriminado, de una manera violenta y soez, fué forjado en las luchas de la década de los años 60 y 70 contra los remanentes trujillistas, enfrentando los golpistas del año 1963, durante la revolución de abril del 1965 y la lucha contra la represión balaguerísta, se consolidó con el triunfo del PRD en el año 1978.

El doctor Peña Gómez, tuvo un gran proceso de transformación ideológica a partir del momento que se produjo la muerte del Tirano Rafael Leónidas Trujillo, es a partir de ahí que Peña Gómez hace consciencia social y abrazó unos conceptos políticos basados en valores.

Peña Gómez, creyó en la ideología y por lo tanto asumió  la ética, como principio cardinal, en la dirección política, tanto en los partidos como en la sociedad misma. Para Peña Gómez, nunca el fin justificaba los medios.

Peña Gómez, fué un combatiente en todos los escenarios, y eso  trajo como resultado poder estructurar un pensamiento, que lo separó de los extremos, por eso no se preocupaba que lo acusaran sus contrarios de ser un dirigente al servicio de los liberales de Washington, o un radical de la izquierda revolucionaria.

Sus conceptos se orientaron a modernizar las acciones del Estado dominicano y sus instituciones, con el objetivo de que  éstas facilitaran crear una sociedad más inclusiva.

Un gran aporte a los dominicanos, que hizo el doctor Peña Gómez, fué  que con su participación en la mayoría de los  escenarios de la política internacional, logró que la Republica Dominicana se conociera en los más apartados rincones del mundo.

Peña Gómez, creyó y luchó por la instauración de la democracia en el más amplio sentido de la palabra, además  fue un impulsor de la solidaridad, condiciones estas que facilitaron que fuera uno de los dirigentes que estuvo a la vanguardia del socialismo democrático en América Latina y el mundo.

Es necesario resaltar que Pena Gómez fué un político admirado y respetado por los dirigentes políticos más avanzados desde Europa, Asia hasta América latina y el Caribe,

Tenemos por delante el referente de un hombre ejemplar, cuyos enormes aportes trascienden el paso del tiempo, su legado nos sirve de inspiración para luchar por un mejor país, en el cual predomine la solidaridad, y un sistema más incluyente, y transparente.

Un dia de reflexión, no de cubrirse bajo su sombra, de levantar su tesis contra la reelección, dejando a un lado a los malos hijos que hoy transitan el camino que los condujo a pisotear los principios por los que él tanto luchó.

Sus actos, orientaron el rumbo por el cual debía encaminarse la Nación.
Entre los triunfos del Dr. Peña Gómez está haber desenmascarado el peledeísmo fariseo, que desde antes de llegar al poder comenzó a soltar prendas como una prostituta en venta.

El doctor Peña Gómez, fue un dirigente político con un profundo pensamiento social, preocupado por la equidad, la solidaridad, y la libertad.

Peña Gómez, fué el más autentico representante de los sectores populares, además de la más genuina representación del pensamiento liberal y democrático. Peña Gómez Fue  solidario, humanista, un ente de generosidad, de entrega, de amor, que trazó el camino de la lucha para tener un mundo mejor, donde predomine el desarrollo humano, que nos dignifique a todos.

El apóstol del pensamiento democrático en Latino América. Murió a los 61 años de edad. Su mejor legado fué la solidaridad y la honestidad.

Se marchó y lo peor es que su partido y sus gentes no han estado a la altura de su legado histórico.