Por doctor Ramón Ceballo
El cuerpo consular de la República
Dominicana (110) cientos diez consulados una gran parte entre consulados,
oficinas consulares y consulados honorarios, su labor no es diplomática, sino
de servicio a la comunidad, representa
uno de los activos más estratégicos para el Estado en el extranjero.
A través de sus consulados, el país
no solo mantiene lazos diplomáticos y comerciales, sino que brinda servicios
vitales a los más de dos millones ochocientos mil dominicanos (2, 800,000) que
residen fuera del territorio nacional.
Sin embargo, una creciente preocupación se ha instalado entre ciudadanos y expertos: ¿están estos consulados realmente cumpliendo con su cometido?
Los consulados están llamados a
desempeñar funciones clave: Su principal función es brindar servicios a la
comunidad, no como favores, sino por obligación legal. Son responsables de la emisión
y renovación de pasaportes, legalización de documentos, inscripción de
nacimientos y matrimonios, protección consular en situaciones de emergencia, y
orientación a ciudadanos en contextos migratorios complejos.
Estos servicios, en teoría, deberían
ser ágiles, accesibles y orientados al bienestar de la comunidad dominicana en
el exterior.
Sin embargo, la realidad que
enfrentan miles de dominicanos en países como Estados Unidos, donde habían 6
consulados y por gestión de Ramón Ceballo, con resolución aprobada en la Cámara
de diputados se iniciaron gestione ante el Departamento de Estado, y se
aprobaron 4, quedando pendiente 4 consulados mas, España, Italia o Chile dista mucho de ese
ideal. Cada vez son más frecuentes las denuncias por ineficiencia, lentitud, altos costos y opacidad en la gestión.
Un simple trámite de renovación de
pasaporte puede convertirse en una odisea
burocrática. Largas filas, semanas de espera para citas, requisitos
confusos y tarifas que, en ocasiones, superan los 200 dólares estadounidenses,
han hecho que muchos ciudadanos se sientan desprotegidos por el Estado
dominicano.
Un estudio informal realizado por
organizaciones de dominicanos en el exterior reveló que algunos consulados
cobran hasta tres veces más por
servicios similares a los de países de la región. Esto ha levantado sospechas
sobre si las tarifas responden realmente a costos operativos o si encubren prácticas poco transparentes.
Además del cobro excesivo por
trámites, persisten señalamientos sobre el uso de los consulados como plataformas de negocios particulares.
Algunos ex funcionarios y analistas han señalado que ciertos consulados operan
con una estructura de ingresos paralela, sin la debida fiscalización del
Ministerio de Relaciones Exteriores (MIREX).
“No puede ser que un servicio
consular funcione como una empresa privada que busca lucrar a costa de su
propia gente. Hay consulados que generan ingresos millonarios anuales, y nadie
sabe con certeza a dónde va ese dinero”, declaró recientemente un ex
diplomático al periódico Diario Libre bajo condición de anonimato.
A pesar de su importancia
estratégica, los consulados dominicanos siguen funcionando bajo esquemas
burocráticos heredados y en muchos casos obsoletos. La percepción pública sobre
su eficiencia y compromiso con la comunidad en el exterior es cada vez más negativa.
Es urgente que las autoridades
dominicanas, en especial el MIREX, revisen
a fondo el funcionamiento de los consulados. Se requiere una auditoría exhaustiva, independiente y
pública, que evalúe:
- La eficiencia y tiempos de los
procesos.
- La razonabilidad de las
tarifas.
- La transparencia en el uso de
los recursos.
- La idoneidad del personal
diplomático y administrativo.
Los dominicanos en el exterior no
solo envían remesas —más de (10,
756) diez mil setecientos 56 millones de
dólares en 2024, equivalente a 53 mil millones de pesos mensualmente, según
el Banco Central— sino que además son embajadores informales de la imagen del
país. No es justo ni estratégico que se enfrenten a un sistema consular que más
que servirlos, los frustra y desampara.
El cuerpo consular dominicano tiene
el potencial de ser un aliado
fundamental del ciudadano y del desarrollo nacional. Pero para cumplir
con esa misión, debe operar con transparencia, eficiencia y un genuino compromiso con el bienestar de los
dominicanos en el exterior.
El Estado debe garantizar que servir fuera del país no se convierta en
sinónimo de padecer abusos, esperas interminables o pagos desproporcionados.
Los consulados no son empresas privadas: son extensiones del Estado, y su deber
es servir, no lucrarse.
Fuentes
consultadas:
- Banco Central de la República
Dominicana. Informe de Remesas 2023. Disponible en: https://www.bancentral.gov.do
- Diario Libre. “Consulados
dominicanos: críticas por tarifas elevadas y servicios deficientes”,
edición del 15 de noviembre de 2023.
- Acento. “Consulados
dominicanos: más que servicios, negocios paralelos”, reportaje especial,
abril 2022.
- Listín Diario. “Dominicanos en
el exterior se quejan de mal servicio consular”, febrero 2023.
- MIREX (Ministerio de Relaciones
Exteriores). Portal oficial y publicaciones institucionales.
https://www.mirex.gob.do
- Fundación Quisqueya en el
Exterior. Encuesta sobre percepción de servicios consulares, 2021.
- Testimonios recogidos por medios y redes de organizaciones comunitarias en Nueva York, Madrid, y Santiago de Chile.