publicado el dia 27 de Octubre, 2012
Por Ramón Ceballo
Ya es tiempo, entiendo que ha llegado la hora de que dentro del
otrora opositor Partido Revolucionario Dominicano, surjan dirigentes que
piensen en la necesidad de impulsar acciones tendentes a buscar las
causas de los fracasos electorales de los últimos 10 años.
Creo firmemente, que este, es el momento de revisar el proyecto de
partido que le presentamos a la sociedad, ya que a mi juicio, durante
los últimos 8 años la dirección que hemos tenido ha venido dando palos a
ciegas sin un sentido claramente definido.
Es necesario pasar de las palabras a los hechos, pues quienes nos han
dirigido durante esta última década solo han hablado de una renovación,
y nunca han llegado a especificar el contenido de la misma.
Soy partidarios que el Partido Revolucionario Dominicano inicie la
construcción de una opción política clara, que de señales reales de que
tiene voluntad de cambiar su estilo y método de dirección.
Tengo la convicción, de la necesidad de abrir un verdadero debate
interno, el cual presente opciones acerca del PRD que queremos para las
futuras generaciones, puesto que de no lograrlo sus dirigentes llevaran a
este importante partido político a dejar de ser uno de los pilares
esenciales de la democracia dominicana.
Desde las derrotas electorales que se iniciaron en el año 2004, se ha
perdido todo el poder institucional dentro del partido de la bandera
blanca, lo que ha contribuido a que hoy este el partido quizás
atravesando uno de los peores momentos durante toda su existencia,
arrastrado por una dirección política que no da muestra de entender su
responsabilidad. Le ha faltado igualmente una clarificación respecto a
la organización del Partido, más allá de ese federalismo grupal.
La actual dirección no percibe que la población está buscando
opciones locales, las cuales están recogiendo actualmente las consignas
de protesta en las comunidades donde se están desarrollando las mismas y
el PRD y sus organismos se mantienen aislados, hasta cierto punto
acorralado.
Este importante instrumento de la democracia de nuestro país, que es
el PRD, su dirección no tuvo la visión respecto a la crisis económica y
financiera que se le venía encima a la nación y probablemente no
escapen muchos de ellos, a tener responsabilidad de la misma, ya que han
mantenido un sepulcral silencio en los últimos 8 anos acerca de los
prestamos, deuda pública, hipertrofia de la nomina publica, etc., además
de la desigualdad alcanzada en la distribución de la riqueza en nuestra
Quisqueya.
De igual manera no ha habido voluntad para asumir decisiones
políticas orientadas a la defensa de las rebajas de impuestos. Es el
momento de entender que el PRD necesita abrirse a la sociedad.
Es imposible que se limiten a una militancia que solo la utilizan
para moverla de acuerdo a los procesos electorales, y no se preocupen
recoger ahora el abanico de sensibilidades sociales ni de
preocupaciones de los ciudadanos.
La definición e implementación de una
reconstrucción orgánica a todos los niveles del partido con organismos
capaces de funcionar y tomar decisiones es urgente.
De no hacerlo, el PRD corre el riesgo de encaminarse hacia la
desintegración como fuerza política electoral con ciertas posibilidades
de triunfo y eso es algo que a toda la sociedad dominicana nos debe
preocupar.